En la industria inmobiliaria, el agua es un recurso indispensable debido a su amplio uso en diversas operaciones cotidianas y el funcionamiento de los edificios.
Por esto, es relevante impulsar métodos efectivos con conciencia hídrica que no sólo ayuden al cuidado del agua, sino que también contribuyan a generar sensibilidad sobre su escasez o poca disponibilidad.
En este segundo artículo de nuestra serie sobre la huella hídrica en el sector inmobiliario, continuaremos explorando cómo el agua impacta en la construcción, el uso y el mantenimiento de propiedades e infraestructuras. En esta ocasión, nos enfocaremos en estrategias concretas para reducir la huella hídrica y fomentar prácticas sostenibles en el sector inmobiliario.
Promoviendo la conciencia sobre la huella hídrica en el sector inmobiliario
A partir de un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid, que analiza la huella hídrica a partir de los materiales utilizados en la construcción en una edificación, se definió que cada metro cuadrado residencial construido genera una huella hídrica azul de 5 m3.
La construcción de edificios y viviendas implica el uso de agua en diversas etapas, como la producción de materiales de construcción, el proceso de mezclado del concreto y el agua necesaria para la construcción en sí. Además, el uso diario de agua en el interior de los edificios, como el consumo humano, la limpieza y el riego de jardines, también contribuye a la huella hídrica.
¿Cómo reducir la huella hídrica inmobiliaria?
Para reducir la huella hídrica en el sector inmobiliario, es importante implementar prácticas sostenibles y tecnologías eficientes que minimicen el consumo de agua:
- Tecnología eficiente en el uso del agua: Instalar dispositivos de bajo flujo en grifos, duchas y sanitarios. Utilizar sensores y sistemas automatizados para controlar y minimizar el uso del agua en áreas comunes.
- Recolección y reutilización de agua pluvial: Implementar sistemas de recolección de agua pluvial para su uso en riego de jardines, lavado de pisos u otras tareas no potables. Esto reduce la dependencia del suministro de agua potable y ayuda a conservar recursos.
- Paisajismo sostenible: Utilizar plantas nativas y resistentes a la sequía en jardines y áreas verdes, así como técnicas de diseño paisajístico que minimicen la necesidad de riego. También es importante mantener los sistemas de riego eficientes y evitar el riego excesivo o innecesario.
- Educación y concientización: Promover la educación sobre la importancia del agua y la necesidad de su conservación entre los residentes, empleados y clientes.
- Monitoreo y gestión del consumo de agua: Implementar sistemas de medición y monitoreo del consumo de agua en los edificios y propiedades. Esto permite identificar áreas de alto consumo y tomar medidas para reducirlo, así como detectar fugas o problemas de plomería de manera oportuna.
- Certificaciones y estándares de construcción sostenible: Buscar certificaciones y estándares de construcción sostenible que incluyan criterios específicos relacionados con el uso eficiente del agua. Estos estándares fomentan prácticas sostenibles en el diseño, construcción y operación de edificios.
- Tratamiento y reutilización de aguas residuales: Considerar la implementación de sistemas de tratamiento de aguas residuales en los edificios, que permitan su reutilización para tareas no potables, como descarga de sanitarios o riego de jardines. Esto reduce la demanda de agua potable y contribuye a la conservación.
La importancia de la gestión responsable del agua en el sector inmobiliario
La reducción de la huella hídrica en el sector inmobiliario no solo contribuye a la conservación del agua, sino que también genera beneficios económicos y promueve un desarrollo sostenible.
Al implementar estas estrategias, podemos avanzar hacia un futuro donde la gestión responsable del agua sea una prioridad en el sector inmobiliario, preservando este recurso esencial para las generaciones presentes y futuras.